La Luna

La miro, la siento, la acojo entre mis brazos, hago que mi mirada sea dulse al sentirla.
           Para mí es un placer estar junto a la persona amada, en un anochecer hermoso y al lado de un árbol, viendo como la Luna sale y ver como esto causa alegría.
           Sentir el manifiesto de mis sentimientos hacia todo.Pero solo es un momento, apesar de aquel instante me siento felíz, no me basta, la vida sigue.
           La Luna avanza lentamente yo la abrazo, la beso y como todo adolescente prometo cosas.
           La Luna se esconde y el Sol sale a buscarla, yo habro los ojos y ella corre, se aleja, como si ella fuera la Luna y yo el Sol.
           Despierto.